Retos y oportunidades en la gestión de lo invisible en las ciudades

4+1 QUESTIONS con MARIA SISTERNAS: «La Ciudad Fea»

Las ciudades son tejidos complejos en los que interactúan y se entrelazan todo tipo de actores, de situaciones y de actividades. Las ciudades cubren nuestras necesidades básicas y nos dan el confort con el que vivimos a día de hoy. Las ciudades no duermen. ¿Pero qué precio tienen más allá de lo económico? ¿Qué hacemos con los residuos que se generan?

Estas fueron algunas de las preguntas que se plantearon en la última edición del ciclo de webinars abiertos 4+1 Questions, organizados por Benito Novatilu Research Center con la voluntad de explorar el futuro del urbanismo de la mano de personas expertas en diferentes ámbitos. En esta ocasión conversamos con la arquitecta Maria Sisternas, CEO de MEDIAURBAN (Mediapro) y especialista en transformaciones urbanas.

Como dijo ella misma, Sisternas se interesa por entender “cuál es el objeto de la ciudad, y creo el objeto y motivo para el cual trabajamos son las personas que la habitan y que la sufren”.

La noche y la luz en la ciudad

Sisternas hizo hincapié en la transformación que sacude la ciudad cuando cae el atardecer, pues la noche requiere de una gestión completamente diferente a la diurna. En la oscuridad, la luz tiene un poder transformador y nuestra invitada nos animó a imaginar las mil posibilidades que se abren cuando se utilizan los puntos de luz de forma creativa y al servicio de la ciudadanía, algo que nos resonó mucho con el espíritu innovador del Grupo BENITO NOVATILU.

Con ejemplos reales de Shangai, París, Copenhague o Barcelona, Sisternas nos acercó rincones del casco histórico que con la luz adecuada se convierten casi en espacios teatrales, el espectáculo que se crea en un moderno skyline con rascacielos iluminados o el efecto monumental de iluminar correctamente el patrimonio vegetal.

Al final, Sisternas destacó, “la periferia, los suburbios o zonas industriales también pueden ser lugares fantásticos solo gestionando la iluminación, de pronto pueden tener otro carácter sin tener que llevar excavadoras y cambiar su materialidad”.

Cómo gestionar el coste de nuestro ritmo de vida

Sin embargo, todo tiene un coste y unas consecuencias. En el caso de la iluminación estratégica y creativa de las ciudades – cada vez más iluminadas – el coste energético es evidente. En este punto, Sisternas reivindicó la necesidad de preguntarnos ¿de dónde viene esa energía eléctrica, cómo y dónde la producimos?

Tal vez en el futuro vamos a necesitar incorporar pequeñas centrales eléctricas dentro de las ciudades. El ritmo de vida y las comodidades actuales consumen recursos y generan residuos. Otro ejemplo muy claro son los kilos de plástico desechable que llenan nuestros vertederos y nuestros mares. Esto que en general no se ve o que escondemos, dijo Sisternas, también tiene que ser considerado a la hora de planificar y gestionar una ciudad. “Alguna salida hay que darle a todos estos materiales que tenemos almacenados e intentamos reciclar en las periferias de la ciudad”, y  añadió: “El reto está en no ocultarlo sino al revés, tratar esos residuos como recursos para poder inventar cosas”

Como ejemplo de la reutilización de los plásticos mencionó nuestro innovador banco Citizen Eco, fabricado en plástico reciclado y reciclable, recuperado de la fracción de envases de la recogida selectiva.

3 recomendacions para abordar los retos del futuro

Además de muchas preguntas con las que reflexionar, nuestra experta nos dejó con tres recomendaciones para pensar y trabajar un futuro urbano para hacer un uso más sostenible de la ciudad:

1. Planificar desde la observación de las dinámicas reales

Observar las dinámicas y situaciones reales que se viven en las calles y evitar diseñar únicamente desde oficinas porqué, como recordó Sisternas, “los planos y dibujos pueden engañar y ocultar aspectos importantes”. 

2. Usar el ingenio para encontrar soluciones eficaces y no necesariamente costosas

“Un banco bien puesto puede cambiar una plaza”, dijo. Y así es. No siempre son necesarias grandes y costosas intervenciones para mejorar un lugar. A veces, colocar las luminarias más adecuadas o mover el mobiliario urbano de forma ingeniosa, puede transformar y dar una nueva vida a espacios en desuso.

3. Diseñar para un uso sostenible de la ciudad y de todos sus espacios

Aplicar el ingenio para reducir la huella ecológica y empezando por reutilizar los espacios y materiales que ya tenemos – cómo los plásticos, la madera o los polígonos industriales – en lugar de ocupar suelo rural, construir más y producir más. Ser conscientes del ciclo de vida de cada elemento que utilizamos.

La conversación fue realmente reveladora y nos proporcionó, a todos los asistentes, una nueva perspectiva de las ciudades. Sisternas mostró como lo verdaderamente “real” de una ciudad es lo que tiende a ignorarse en las representaciones de ésta. En ese sentido, subrayó, si se quiere mejorar la gestión de la complejidad de las zonas urbanas, hay que reivindicar todo lo que tradicionalmente se ha ignorado, o escondido, sacarlo a la luz, dar datos, hacer nuevos mapas y revalorizarlo.